viernes, 27 de septiembre de 2013

Un centro de equilibrio !




Durante los estudios esotéricos que estamos realizando sobre Teosofía desde hace más de dos años, nos hemos ido introduciendo en zonas cada vez más trascendentes y aunque al principio quizás nos han parecido difíciles de entender; sin embargo, al profundizar en la meditación o reflexionando, seguramente habrá ido surgiendo en nuestra consciencia una mayor comprensión de su significado interno, haciéndose cada vez más comprensible lo que en un principio era un gran misterio.
Sin embargo, no es suficiente el conocimiento si no existe una comprensión de la responsabilidad que nos corresponde, por tener el privilegio de que se nos haya permitido acceder a dichas enseñanzas.
El conocimiento de los misterios que oculta la Sabiduría Antigua no puede ser retenido, pues siendo su contenido energía ígnea proveniente de los Santos Lugares, debemos dejarla fluir libremente hacia la humanidad a través de la enseñanza y de la aplicación práctica en nuestras propias vidas, a fin de despertar las consciencias adormecidas.

Al analizar el tema que hemos presentado descubrimos que el signo de la Balanza es el símbolo más evidente del equilibrio. Un equilibrio necesario que elevará a estados de consciencia superiores a todos los seres que existen en la naturaleza y en particular al reino humano, a fin de poder situarnos por encima de los pares de opuestos y resurgir triunfantes de la lucha en que nos debatimos constantemente entre la luz y la oscuridad. En esta lucha va implícita la indecisión y el miedo, oscilamos de un platillo al otro de la balanza porque nos sentimos atraídos, ahora por los valores materiales, ahora por los espirituales.
La solución al problema no consiste en desplazarnos hacia un lado u otro, sino en situarnos por encima y en el mismo centro, en el fiel de la balanza. Justo en el punto de equilibrio.
Al unirse los opuestos surge algo nuevo y desconocido, tal como hizo el Logos de nuestro segundo universo al unificar Espíritu y Materia y crear el germen de la consciencia que infundió a su entera creación. Al igual como hace la humanidad en un nivel inferior de consciencia cuando un hombre y una mujer se unen físicamente para traer un hijo al mundo.
Cuando el Espíritu y la materia se unen, cuando la Vida y la forma entran en contacto, surge a la manifestación la Consciencia o Alma. Cuando el aspecto material y espiritual del ser humano se equilibran, la vida se proyecta hacia el centro de Síntesis donde todos los opuestos se reconcilian y desaparece el conflicto.

Esta es la meta del ser humano, llegar a equilibrar los pares de opuestos, pero únicamente podremos llegar a realizarlo si somos libres. Entonces ascenderemos la escala de la evolución buscando una libertad cada vez más trascendente, pues sin libertad no es posible la Liberación.

A medida que desarrollamos la mente, surge una mayor necesidad de libertad. Una libertad que tiene diferentes grados de expresión según el estado evolutivo alcanzado. Buscamos la libertad individual, la libertad de poder expresar lo que pensamos y hacer lo que nos apetece. Más adelante nos integramos en la sociedad y compartimos unos ideales similares de libertad nacional o mundial. Sin embargo, no podemos pretender ser libres si no somos responsables, pues la libertad para ser realmente creadora en todos los sentidos, precisa de una gran responsabilidad.
La responsabilidad es la primera manifestación del Alma o Yo superior, que surge por primera vez de forma natural y espontánea a través de la personalidad integrada en las personas de buena voluntad.

¿Qué significa ser responsables? Sencillamente, dar respuesta a todo cuanto llegue a nuestra vida. No desentendernos ni entrar en la indecisión porque lo único que esta indecisión produce es inseguridad, estancamiento y malestar propio y hacia nuestro entorno.
La mayoría de la humanidad vive en constante desequilibrio porque individualmente siempre está pendiente de sí misma y sin darse cuenta está limitando la expresión de su Yo superior cuya consciencia es grupal.
Únicamente depende de cada cual encontrar este centro de paz que surge cuando abrimos el corazón de par en par.
El cultivo de unos ideales superiores nos conducen a la Liberación. Ya no es un deseo de libertad personal lo que buscamos sino que este anhelo proviene de una demanda del Alma o Yo superior que se aproxima al centro de los opuestos con el fin de liberarse.

La mayoría de los seres humanos sabemos lo que significa la libertad en teoría, ya sea por conocimientos adquiridos o por propia experiencia, pero a partir de aquí nos preguntamos:
¿Cómo podemos liberarnos? ¿Qué significa la Liberación?
Cuando hemos experimentado al máximo con los apegos personales y nos seguimos sintiendo vacíos, llega una vida concreta en que nos damos cuenta de que hemos estado buscando la libertad por un camino equivocado. Nos hemos aprisionado nosotros mismos aislándonos de los demás, levantando barreras a nuestro alrededor para defender lo que creíamos que era la libertad, para llegar al final a la etapa actual en que la experiencia en el mundo de lo material ya no nos satisface. Entonces es cuando nos planteamos un cambio de rumbo en nuestros valores, porque en nuestro interior sigue habiendo una especie de añoranza de "algo" que en principio no reconocemos, pero que nos impulsa a buscar en la dirección opuesta a la que nos habíamos orientado hasta el momento. Esta añoranza es el recuerdo inconsciente de nuestros orígenes divinos hacia los cuales nos dirigimos.
Los valores materiales son temporales e ilusorios y jamás podrán llenar este vacío que sentimos en nuestro corazón. Únicamente los valores superiores son reales y permanentes y pueden ser contenidos en la cámara oculta del corazón.
En el centro cardíaco hallaremos la clave de la Liberación porque únicamente en este centro existe el perfecto equilibrio y la síntesis de todos los opuestos.
El centro cardíaco despierto abre la puerta al plano Búdico, el plano de la Unidad, para liberar a la humanidad del cuarto reino y abrirle la entrada al reino de las Almas liberadas.
La liberación no pertenece al alma humana o yo inferior hasta que se ha integrado la personalidad, se ha redimido a los elementales de los tres cuerpos y se ha entregado la vida al servicio de la humanidad.
Cuando el iniciado recibe la cuarta iniciación y se convierte en un Arhad, un Adepto dentro de la Jerarquía, libera al Ángel solar de su enorme sacrificio porque ha cumplido su misión de conducir al hombre hasta este Centro de Paz donde no existe la dualidad ni el conflicto, este centro es el plano Búdico.
Esta es la verdadera Liberación que los seres humanos vamos conquistando a través de infinidad de encarnaciones, incorporando paulatinamente en nuestras vidas esta paz que algunas veces sentimos cuando amamos sin motivo aparente y que surge de lo más hondo del corazón.


Marta ParramonElies

        


6 comentarios:

  1. El centro de equilibrio que tanto nos cuesta encontrar (a algunos al menos) en un mundo revuelto en que, quizás lo que menos exista es precisamente eso, equilibrio.

    Partimos de la conciencia de masas a la individual y de ésta volvemos a la grupal. En un principio necesitamos que nos guíen y tomen responsabilidades los otros. Con el tiempo vamos experimentando que es absurdo ser lo que otros quieren que seas y necesitas ser tu mismo. Empiezas a sentirte diferente y eres criticado e ignorado por la masa. La soledad empieza a hacer mella en ti pero no estás dispuesto a dejar de ser tu, ya que has experimentado tu individualidad y la consideras primordial en tu vida. Dependiendo de la fortaleza de carácter quizás sufras pero te niegas a ser como los otros puesto que empiezas a creer que no eres como los otros. La soledad te abruma, cada vez pesa mas y atraviesas crisis personales. Te crees de otro planeta y no entiendes que no pueda existir gente como tu, que no se deje llevar por la conciencia de masas y la manipulación por parte de algunos. Reflexionas y ves que siendo como los otros no eres feliz, pero al mismo tiempo siendo tu mismo tampoco acabas de encontrar esa felicidad tan anhelada. Sí, es cierto que te encuentras mas cómodo siendo tu mismo, pero te desesperas viendo como no puedes compartir tu forma de ser con los demás. Llega un día en el que dejas de pensar tanto en ti mismo y enfocas tu atención en los demás. Ves que la gente tiene sus problemas aunque los oculte y haga ver que es feliz. Intentas ayudar a alguien cercano a ti y, sin darte cuenta, vuelves poco a poco a relacionarte con otros. Con el tiempo te relacionas cada vez con mas gente y no te encuentras tan diferente a ellos. Un día reflexionando sobre ti llegas a la conclusión de que esa felicidad que tanto busca la gente y que tu creías que encontrarías buscándola en solitario no existe. Vuelves a intentar ayudar a los demás y en un momento de lucidez descubres que es en la felicidad ajena donde encuentras la tuya propia. Descubres que cuanto mas piensas en ti mismo, mas te alejas de lo que deseas, y es cuando piensas en los demás cuando empiezas a encontrar una profunda satisfacción que te complace y llena. Después de un largo periodo entiendes que vuelves a pertenecer al grupo pero de forma diferente. Ya no te molesta asumir responsabilidades y actúas igualmente de acuerdo a tu individualidad y diferenciación como ser pero buscando el resultado en el beneficio del grupo, no en el propio.

    Conciencia rebaño (de masas) ----> conciencia individual ----> conciencia grupal.

    Gracias Marta por este interesante artículo que me ha permitido explayarme un poco.

    Un fuerte abrazo

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  2. Me encontré en la entrega. Cuando empecé verdaderamente a dar, a compartir todo lo que venia a mi vida vía mis blogs para no molestar a nadie en directo, todo cambio. Mi vida se equilibro, se dirigió hacia donde en el fondo siempre quise ir...ayudar a los demás. Fue una época donde me abandonaron muchas cosas y personas, pero hoy ha vuelto tanto a mi vida, que en oración, solo se decir: Gracias.

    Gracias a ti también Marta por tus magníficos artículos, y a ti Dani, me gusto tu comentario.

    Un fuerte abrazo a ambos.

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    1. Tu experiencia Marcos es la que vivimos todos los seres humanos que hemos decidido ir contra corriente en una sociedad que en general es superficial, competitiva, corrupta e insensible hacia los valores superiores.
      Cuando decidimos dar el paso definitivo hacia una meta superior nuestra vida cambia de rumbo, entonces atraemos energías de superior vibración espiritual que hasta el momento nos eran desconocidas, provocando alteraciones en las consciencias de quienes nos rodean.
      Al ascender en la escala evolutiva nuestra radiación aumenta en intensidad produciendo alteraciones de todo orden con quienes estamos relacionados, porqué las energías que expande un ser avanzado a través de su aura son transmutadoras. Cuanto más avanzado es un ser humano más dificultades tiene para poder congeniar con la mayoría de la humanidad, pues su radiación no puede ser asimilada por quienes no están preparados para resistir una mayor potencia espiritual y porqué las cuestiones personales para él, dejan de ser el pan de cada día. Entonces se produce un rechazo de su entorno o a la inversa, se produce una atracción y poder de comunicación superior que supera la relación establecida hasta entonces.
      La consecuencia de este cambio produce rupturas y separaciones porqué se cambia la forma de pensar y de entender la vida, adquirimos nuevas amistadas y nos relacionamos con nuevos ambientes que vibran en una misma sintonía y están más de acorde con lo que somos en la actualidad.
      Cuando cambiamos de orientación de forma evidente, también cambia nuestro entorno, ya sea por atracción o por fricción.
      Este es un tema para reflexionar, cuando nuestra vida se ha vuelto estática, cuando la rutina es la norma y nada cambiamos de forma substancial, detenemos nuestra evolución e interferimos en la de nuestro entorno y en el avance de la humanidad en general.

      La vida del discípulo está llena de limitaciones y frecuente soledad, sin embargo en su interior cada vez se siente más cerca de sus semejantes.

      Gracias a ti Marcos por tu confianza y por estar siempre con nosotros.

      Un fuerte abrazo

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  3. Así es Dani, es muy difícil poder mantener el equilibrio cuando se ha emprendido el Sendero espiritual.
    A veces nos sentimos como si estuviéramos en la cuerda floja, sin embargo, a pesar de la incomprensión que podamos padecer en este mundo que nos rodea, cuando actuamos de acuerdo a los valores superiores el Alma nos tiende la mano, dándonos la fortaleza y seguridad que necesitamos.
    El Maestro Tibetano nos da una invocación para meditarla en profundidad. Las tres últimas frases son esenciales : (el olvido de uno mismo, la inofensividad y la correcta palabra.)

    Un problema que surge en el camino del discípulo y que a veces lo desanima y retarda sus avance, es que quisiéramos que los resultados de nuestro esfuerzo fueran instantáneos. Quizás pensamos que actuando correctamente durante una corta temporada será suficiente para purificar nuestros vehículos y convertirlos en instrumentos puros para el Yo superior. Pero para que las células y átomos de nuestros cuerpos físico, astral y mental hayan podido regenerarse totalmente, antes tenemos que haber trascendido el karma que nos limita. Este karma son las tendencias provenientes del pasado y que nos impiden avanzar en el Camino. Tienen que pasar como mínimo siete años antes no haya cambiado la vibración de nuestros cuerpos. Suponiendo que hayamos sido constantes en el esfuerzo.

    Es cierto que en el camino del discípulo se siente una creciente soledad a medida que avanzamos. Sin embargo esta soledad es compensada cuando el olvido de uno mismo empieza a ser una realidad en nuestras vidas, entonces la consciencia se enfoca en lo interno y allí descubre que como Alma superior jamás está sola, porqué el Alma es Una, que expande Su Luz hacia todos los seres humanos, aunque su consciencia se cree individual al principio de su evolución.
    La soledad es dura de soportar cuando lo que desamos es el contacto personal con quienes nos rodean.. El Sendero superior no es fácil de recorrer, pues para poder dar los pasos hacia la Liberación tendremos que sacrificar muchas tendencias personales. Ello debe ser así si lo que deseamos es ascender al reino superior de las Alma Liberadas. Cada reino de la naturaleza avanza dejando atrás lo vivido, incorporando en si mismo paulatinamente la consciencia del reino superior.
    Cuando hacemos referencia al olvido de uno mismo, no significa que nos tengamos que abandonar como personas sino, de desapegarnos de lo que nos condiciona y entorpece el camino y sea el Yo superior quien dirija nuestras vidas y no los devas elementales de nuestros cuerpos.
    El primer paso consiste en desapegarnos de los valores materiales, la voluntad de mantenernos firmes en nuestros principios superiores y el olvido de nosotros mismos. Una vez conseguido y demostrado como algo permanente, nos viene la recompensa en forma de expansión de consciencia.

    Gracias Dani por tu reflexión tan acertada y que a la vez, refleja las vicisitudes y también la compensación interna que va surgiendo en nuestro interior cuando nos orientamos en el camino de retorno.

    Un fuerte abrazo

    Marta

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  4. Quan el cel sigui clar i transparent...
    Quan les aigües siguin netes i calmades...
    Haurem conquerit la rosa del nostre Sagrat Centre,


    Gràcies Marta.

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  5. Així és Olga.
    Les teves paraules contenen un simbolisme esotèric que tots desitgem aconseguir.

    Recordo un escrit molt significatiu del M. Tibetà que diu així:

    ! Arriba el cielo es de un azul más brillante

    Abajo todo es de un verdor más transparente.

    Algo vive en cada matiz

    que los ojos sin Cristo jamás han visto !

    Gracies Olga i Carles

    Una abraçada



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La Teosofía en la Nueva Era !